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Discriminacion
y diversidad

¿Es la DIVERSIDAD un sinónimo de Discriminación?

Para responder a esta pregunta, nuestro enfoque inicial se basará en derechos humanos, específicamente en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que tiene como principios la libertad, la igualdad y la solidaridad. En muchos casos, cada uno de estos principios han sido identificados como los fundamentos de los derechos civiles y políticos, de derechos económicos, sociales y culturales, y de los derechos colectivos.

Debemos reconocer que la especie humana tiene como una característica innegable la diversidad, no obstante y bajo el concepto de derechos (ya que toda persona humana es titular de derechos humanos), hay que entender que toda persona tiene valor y dignidad por el mero hecho de ser parte de la especie humana, sin que sus diferencias o características propias puedan excluirla del ejercicio de sus derechos. En suma, somos diferentes pero iguales en derechos.

Pero la lógica de nuestras sociedades, donde prevalece el enfoque del “poder’ para subsistir, siempre apunta a la exclusión de lo diferente, lo “normal” y lo “natural” se convierten en construcciones culturales y sociales que no admiten la inmensa riqueza de la diversidad humana. En todas las capas sociales y económicas aprendemos a “despreciar” al otro/a, al que no se enmarca en el modelo de lo blanco, patriarcal, adulto, heterosexual, sano y pudiente.

construcciones culturales y sociales que no admiten la inmensa riqueza de la diversidad humana. En todas las capas sociales y económicas aprendemos a “despreciar” al otro/a, al que no se enmarca en el modelo de lo blanco, patriarcal, adulto, heterosexual, sano y pudiente.

Toda forma de discriminación implica una relación desigual de poder

Diversidad no ha sido vista como sinónimo de diferencia, sino como sinónimo de desigualdad y exclusión

¿Qué entendemos por discriminación?

De manera general, podemos decir que es “Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia, basada en motivos de raza, color, etnia, sexo, religión, edad, nacionalidad, opiniones políticas o de otra índole, idioma, opción sexual, discapacidad visible, condición económica, social y en general por otras causas o condiciones que tengan por objeto o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad (de las diversidades), de los derechos humanos y libertades fundamentales, en las esferas política, económica, social, cultural, civil, familiar, o en cualquier otra esfera”

Existen varios elementos que deben confluir para que podamos hablar de discriminación:

  • Que exista un trato diferenciado a una persona o grupo
  • Que esta persona o grupo sufra tal trato diferenciado en razón de características específicas
  • Que tal trato diferenciado tenga como objeto o resultado el limitar o anular el reconocimiento y goce de sus derechos humanos en cualquier ámbito de su vida.

Pero, ¿a quién se suele brindar un trato diferenciado?, ¿qué características específicas le identifican?, ¿cómo le limitamos el goce de los derechos humanos en su vida? Pues por lo general, tratamos diferente a aquellos que se encuentra en desventaja en la relación de poder: por razones de sexo, genero, identidad sexual, por razones de salud, condición social, por características de su propia raza. Y podemos colocar el apellido de esta situación a mujeres, niños y niñas, población LGBTIQA+, personas con VIH, población indígena, población de raza negra, etc...